Afortunadamente tanto en alimentación como en cosmética, el paradigma que nos rige hace tantos años, está cambiando.
Las etiquetas, las verdades sobre el origen de los ingredientes y su impacto tanto en la salud como en el medio ambiente, están saliendo a la luz.
Las personas comenzaron a modificar de a poco sus hábitos de consumo.
Pero hay que tener en cuenta que si bien estamos avanzando, en lo que respecta al cuidado dermatológico o estético, aún hay mucho por saber.
Gran parte de los productos que utilizamos siguen manteniendo en sus fórmulas derivados del petróleo y conservantes químicos.
La publicidad resulta engañosa al asociarlos con bosques, playas o cascadas, haciéndonos creer que son totalmente inocuos para nuestra piel y nuestra salud en general.
¿Por qué debemos evitar el uso del petróleo?
Si bien es de origen natural, sus productos derivados generan compuestos tóxicos contaminantes que pueden resultar cancerígenos.
Sin embargo, como el petróleo es relativamente barato y fácil de extraer, muchos fabricantes de cosméticos optan por el uso de este ingrediente en sus productos.
Aceite mineral, vaselina o parafina son algunos de los derivados que se pueden encontrar en la elaboración de labiales, cremas hidratantes, mascarillas, maquillajes o productos capilares.
Estos componentes generan una “sensación de nutrición y suavidad”, pero lo que verdaderamente sucede, es que absorben la humedad de las capas más profundas de la piel, llevándola al exterior para que la epidermis parezca hidratada. Esto trae aparejado la deshidratación de los estratos profundos y el envejecimiento prematuro de esa piel.
Como en una especie de ciclo interminable, la piel necesitará más productos para poder calmar su sed y en este proceso aparecerán cambios no deseados (irritación, acné, dermatitis) que a su vez, demandarán el uso de otros productos para intentar volver a la eudermia.
Al despertar paulatinamente a este conocimiento, la humanidad ya está lista para volver a elegir, a ser soberana de su propia salud y recuperar la potencia y nobleza que la naturaleza tiene para ofrecernos y sanar todo lo que necesitemos.
Reemplazar productos industriales por aceites esenciales y vegetales no es complejo, solo hay que empezar.
Sus resultados se ven y la hidratación de la piel es claramente diferente.